por Angie Stacy Rodríguez Gómez | Mar 10, 2025 | Actualidad Eudista
La pastoral de la Iglesia es en sí misma la pastoral vocacional, pues la evangelización que se centra en el anuncio de la Buena Nueva está llamada a hacer descubrir a cada creyente su misión y su vocación.
Dando respuesta a esta misión, del 24 al 28 de febrero se llevó a cabo en las instalaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia, el Encuentro Anual Nacional de la Pastoral Vocacional, en donde más de cien agentes evangelizadores y encargados se reunieron para dialogar y establecer líneas guías durante el año en la formación de esta pastoral. En representación de la Provincia Eudista Minuto de Dios, participó el Diácono Jesús Medina, cjm como líder y representante en esta área.

Varias temáticas fueron desarrollas durante el encuentro, entre ellas los fundamentos bíblicos de esta pastoral que, en sí, enmarcan el Evangelio y la apuesta por acompañar la misión y el discernimiento vocacional de los feligreses desde el perfil del pastor, tal y como lo compartió el P. Fidel Oñoro, cjm. Otro de los temas desarrollados, en esta oportunidad por el P. Hernán Alzáte, cjm, fue la importancia del acompañamiento psicológico en esta pastoral, pues su práctica y ejecución en estos procesos, son indispensables para llevar un discernimiento idóneo que responda a las necesidades y complementos del bienestar integral de quien quiera discernir su vocación como una apuesta de valor que acompaña a todo aquel que quiere discernir. Finalmente, Mons. Gabriel Ángel Villa, Arzobispo de Tunja, habló sobre el discernimiento, como parte de uno de sus temas de experticia, afirmando que su buen desarrollo y cultivo son indispensables para promoverse en esta pastoral.

Grandes aprendizajes y experiencias se llevaron después de la finalización de este encuentro que, sin más, avivó el fuego de continuar con la tarea evangelizadora y la apuesta de acompañamiento en el discernimiento vocacional.
por Angie Stacy Rodríguez Gómez | Mar 5, 2025 | Año Jubiliar Eudista
Por: P. Jorge Luis Baquero, cjm
El jubileo significa un tiempo de gracia y novedad al interior de la Iglesia, que orienta la mirada a dos ejes fundamentales de la comunidad eclesial: la espiritualidad y la misión. En la tradición bíblica y magisterial, iniciar y vivir la experiencia jubilar propicia el encuentro reconciliador con el rostro misericordioso del Padre (espiritualidad), que consecuentemente, suscita la fraternidad y la relación con los otros (misión).
De este modo, la propuesta del año 2025 “peregrinos de esperanza” es un impulso para descubrir que el Señor es fuente y culmen de esperanza y amor para el creyente, en la medida en que forma la convicción y el testimonio de ser comunicador o testigo de esperanza para una sociedad herida y ensombrecida. De ahí lo que señala el papa Francisco en la bula Spes non confundit: “La esperanza cristiana, de hecho, no engaña ni defrauda porque está fundada en la certeza de que nada podrá separarnos del amor divino”[1]. La esperanza de Dios nos encuentra en el camino, para que nosotros la hagamos brillar en nuestros pasos.
De acuerdo con lo anterior, el jubileo de los eudistas que tiene por nombre “Renovemos la alegría de ser eudistas”, es una manera de interpretar y vivir la propuesta jubilar convocada por el papa Francisco. Es una herramienta pedagógica y carismática para contemplar, indagar y divulgar cómo la espiritualidad y la misión eudista es peregrina de esperanza para el mundo.
En tanto se propicie este ejercicio interpretativo, la alegría de ser eudistas será una auténtica renovación, pues no se limita a un vínculo institucional, sino a la identidad con el Misterio de la Encarnación, plasmado en el símbolo de un corazón ardiente que nos ha sido dado, por el Padre, como el más grande de los dones para amar, construir y cuidar la comunidad. Al leerse de esta manera, la espiritualidad eudista es jubilar en su fundamento, al promover temáticas y símbolos que inspiran el encuentro reconciliador con el rostro del Padre y favorecen caminos para una misión esperanzada.
En el contexto histórico de san Juan Eudes ya existían los años jubilares cada 25 años. Durante su ministerio, en la Iglesia se promulgaron tres jubileos liderados por los papas Urbano VIII (1625), Innocenzo X (1650) y Clemente X (1675). Si bien la principal motivación radicaba en la práctica de la indulgencia y la peregrinación a los templos antiguos y tradicionales de Roma, también se abría la puerta al ejercicio misionero, a través de acciones y actitudes misericordiosas hacia los presos, enfermos, entre otras poblaciones[2]. Aunque Juan Eudes no hace referencia explícita en sus escritos a los “años santos”, su propuesta misionera y espiritual guardaba consigo un lenguaje jubilar para la Francia y la Iglesia de su tiempo.
El desarrollo de misiones populares con los enfermos de peste, las víctimas de las guerras de religión y los empobrecidos de su tiempo, junto a la predicación dirigida a laicos y ministros ordenados, la fundación de seminarios y el planteamiento de una enseñanza anclada en el bautismo, el sacerdocio y la encarnación, fueron el fermento del encuentro con lo divino y su respuesta evangelizadora en el gran “siglo de las almas”. San Juan Eudes fue, en su contexto, un propagador de la espiritualidad jubilar. Tres elementos identitarios de la tradición eudista, favorecen el camino para “renovar la alegría de ser eudistas” en perspectiva peregrina, en clave jubilar: formación, misión y esperanza.
- Formación
La formación es el itinerario del creyente que busca profundizar cotidianamente en su experiencia de fe; así lo plantea Juan Eudes en Vida y Reino de Jesús en las almas cristianas. No se trata únicamente de una formación intelectual, sino de la disposición para humanizarse a través de la relación con los otros, en donde se capta y revela el misterio de Cristo, donde lo humano y lo divino se integran y eternizan. El jubileo es un puente formativo para el cristiano, en tanto le permite indagar, discernir y profundizar sobre una espiritualidad relacional: fraterna y alegre por naturaleza, vencedora de los individualismos hirientes e inspiradora de la actitud y la obra reconciliadora y misericordiosa.
Lo que el santo francés plantea como “formación de Jesús en nosotros” no es otra cosa que una herramienta pedagógica para dimensionar el sentido e impacto de las relaciones humanas, no por sus propios méritos, sino por la inspiración de la gracia. En síntesis, formar a Jesús es disponerme para la comunidad, en la reconciliación, el amor y el camino junto a ella. ¡Vivir esta certeza ya es todo un jubileo!
- Misión
La misión es la vocación de toda comunidad eclesial, es esto clave en el pensamiento de Juan Eudes cuando afirma que la principal tarea de la Iglesia es “hacer nacer” a Jesús en el corazón de las personas. La tradición eudista está impregnada de evangelización y testimonio desplegado en diversos territorios y escenarios; en ambientes populares, educativos, sociales, mediáticos, culturales, intelectuales, entre otros. Acercarse a la misión de los eudistas es descubrir la vitalidad intuitiva para expresar un carisma, es decir, el valor de la creatividad y la novedad para construir el Reino desde la identidad bautismal, la belleza del Dios encarnado y la ternura de un corazón que se dibuja en una hoguera, en consonancia y diálogo con el mundo cambiante.
El jubileo es una experiencia esencialmente misionera, de ahí que la imagen o el símbolo del peregrino no sea únicamente una práctica cultual, sino el rostro del creyente que sale de sí mismo para palpar y adentrarse en las periferias existenciales. En este orden de ideas, así como se promueve la insigne tradición de visitar templos, ha de difundirse el significado del jubileo como un proceso evangelizador en salida. ¡El jubileo es un despertar misionero!
- Esperanza
Jubileo y esperanza son dos expresiones complementarias, no solo por el horizonte eclesial del 2025, sino porque no existe nada más esperanzador que la alegría humana. Ella representa una posibilidad de transformación y renovación permanente; en tiempos de guerra es expectativa de paz, en contextos heridos es propuesta de sanación, en lenguajes de muerte y descarte es rostro de salvación. Por eso la esperanza no defrauda, pues orienta la mirada en una alegría sutil pero impactante, capaz de hacerlo todo nuevo.
La alegría de ser eudistas, de identificarnos con la tradición espiritual del amor, significa buscar y crear todos los escenarios para visibilizar la esperanza en un mundo roto. Es un lenguaje profético que ha de resonar en toda la Iglesia, como lo proyectó Juan Eudes desde su contexto y herramientas. ¡Nuestra alegría de ser eudistas será por nuestro lenguaje de esperanza!
Formación, misión y esperanza, tres claves para renovar nuestra alegría de ser eudistas.
[1] Francisco. Spes non confundit, 3
[2] Jubileo 2025, jubileos en la historia: https://www.iubilaeum2025.va/es/giubileo-2025/giubilei-nella-storia.html
por Angie Stacy Rodríguez Gómez | Feb 4, 2025 | Actualidad Eudista, TEFEI 2024
Con alegría y gratitud, la Iglesia y la Provincia Eudista Minuto de Dios celebraron la ordenación sacerdotal del Diácono Javier Alberto Castañeda, cjm, el pasado 1 de febrero en la Parroquia del Espíritu Santo, en Barranquilla.
Siguiendo la espiritualidad eudista, que considera a los sacerdotes como «grandes santos escogidos desde toda la eternidad por el Santo de los Santos, para ser revestidos de su admirable santidad» (O.C. III, 3), el P. Javier Castañeda fue ordenado presbítero por la imposición de manos y la oración consecratoria de Monseñor Edgar de Jesús Mejía, Obispo Auxiliar de Barranquilla.
La celebración eucarística reunió a la comunidad local Germán Villa Gaviria, al P. Germán Gándara, cjm, Superior Provincial, así como a familiares y amigos del nuevo sacerdote. En un ambiente de fe y alegría, todos acompañaron este momento significativo para la Provincia y la Iglesia.
Durante la homilía, Monseñor Mejía destacó la importancia del llamado sacerdotal, recordando que el presbítero está llamado a ser luz, sal y vínculo de unidad. “Tú te vas a convertir en signo de esa nueva alianza, en signo del amor de Dios. Bajo el amparo de la Virgen María, seguirás este camino de servicio y entrega. Con tu presencia y palabra, transmitirás esa nueva alianza”, afirmó Monseñor, haciendo referencia a San Juan Eudes.
El Obispo Auxiliar subrayó que la luz es símbolo de la alegría en Cristo, e invitó al P. Javier Castañeda a ser portador de esa plenitud, reflejando una vida llena de gozo a pesar de los retos y dificultades, siempre con Jesús como el centro y sentido de su misión.
Finalmente, Monseñor Mejía exhortó al nuevo presbítero y a la comunidad presente a ser instrumentos de unidad, fomentando espacios y encuentros que fortalezcan la comunión y el llamado de Jesús a caminar juntos en la fe.

por Angie Stacy Rodríguez Gómez | Feb 3, 2025 | Actualidad Eudista
Por: Fabio Nelson Cabera, Candidato
Del 30 de enero al 2 de febrero , la Casa de Formación La Misión de la Provincia Eudista Minuto de Dios de la Congregación de Jesús y María llevó a cabo el retiro «Discernimiento y amor renovado de mi Vocación» en la Casa de Retiro Santa María del Lago, perteneciente a las Hermanas Bethlemitas, en Fusagasugá. El evento contó con la presencia del Superior Provincial, el Padre Germán Gándara, CJM, y el equipo de formación de la casa.
Durante el retiro, se abordaron temas fundamentales como la conciencia atomizada, la conciencia espiritual y la expresión «Pueblo mío, invítanos a salir de Egipto», que suscitaron a una reflexión profunda sobre la liberación personal y comunitaria.
En la eucaristía de clausura, el Padre Germán exhortó a los participantes a considerar la casa y la comunidad local como espacios de formación en la persona de Jesús, enfatizando la importancia de la paciencia en el proceso vocacional, el servicio al Señor y la necesidad de volver al primer encuentro con Cristo. Destacó que la vocación es un proceso de amor y que el proyecto de Dios a menudo nos descoloca y cambia nuestro rumbo, orientándonos hacia su propósito. Finalmente, animó a los presentes a mantener la mirada fija en Jesús y a tener paciencia en el proceso.

Este retiro proporcionó a los participantes una oportunidad invaluable para profundizar en su discernimiento vocacional y renovar su compromiso con la misión de la Congregación.

por Angie Stacy Rodríguez Gómez | Ene 31, 2025 | Actualidad Eudista
Recibir nuevos asociados es de gran alegría para la Provincia Eudista Minuto de Dios, su presencia nos anima a continuar en la misión con el avivamiento del Espíritu Santo, el fervor a la Palabra de Dios para seguir evangelizando y la fuerza del corazón de Jesús y María, que nos impulsa a ser otro Jesús en la tierra.
En esta oportunidad, la Comunidad Local Arturo Echeverry por primera vez recibió asociados eudistas el pasado 30 de enero, tras un tiempo de formación llevado acabo a 8 laicos vinculados a Identidad Misional y Pastoral Educativa de los colegios Minuto de Dios.
Este proceso formativo se caracterizó por una fuerza especial en la cooperación fraterna, pues desde la Parroquia de Nuestra Señora de Los Dolores en Carazo, Nicaragua, asociados se encargaron de formar y animar a los nuevos hermanos a través de la virtualidad, transmitiendo toda su experiencia misionera y de identidad con la espiritualidad eudista, en temas como: San Juan Eudes y la Congregación de Jesús y María, la presencia de los eudistas en la Provincia Eudista Minuto de Dios, el padre Rafael García Herreros y el vínculo de la espiritualidad eudista con la Obra Minuto de Dios.


El padre Henry Sierra, CJM, superior local de esta comunidad afirmó que esta experiencia ha sido especial por el compromiso de los colaboradores de la Obra, en este caso a través del colegio, quienes, desde su experiencia como animadores pastorales, se adentraron en la espiritualidad eudista y el carisma Minuto de Dios, dando así un paso misionero significativo como ser asociados.
El P. Germán Gándara, CJM, Superior Provincial celebró la Eucaristía, en compañía de la concelebración de los padres Henry Sierra, CJM, Geovanny Colorado, CJM, Geovanny Colorado, CJM, Maynor Chavarria, CJM y también, se contó con la presencia de los esposos Luis Eduardo y Elizabeth Cadena R, coordinadores provinciales de los asociados eudistas.
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