Por: Rafael Beltrán, Candidato Eudista

En un ambiente profundamente espiritual y comunitario, los aspirantes eudistas en etapa propedéutica, junto con algunos candidatos de la etapa discipular, vivieron una intensa jornada de gracia durante el Seminario de Vida en el Espíritu, realizado en la casa de Formación Valmaría, de la Provincia Eudista de Colombia.

La experiencia fue acompañada por el Padre Germán Gándara, CJM, Superior Provincial, y el Padre Helio Hernández, CJM, rector de la casa de formación. Contó con la participación de los predicadores: el Padre John Mario Montoya, CJM; el Diácono permanente y Asociado Eudista Fredy Vargas; el Padre Diego Jaramillo, CJM; el profesor Manuel Tenjo; y el Padre Javier Riveros, CJM. Además, los candidatos en etapa configuradora acompañaron la experiencia desde la animación, el servicio fraterno y la oración.

La primera enseñanza fue impartida por el Padre John Mario Montoya, CJM, quien abordó el tema del amor de Dios. Invitó a los participantes a depurar las imágenes erradas que muchas veces se tienen sobre el Padre: un Dios juez, castigador o distante. En sus palabras, “Dios no es un policía que espera castigarte. Dios es amor, siempre dispuesto a recibirte”. Explicó que muchas veces los obstáculos no están en Dios, sino en nuestras ideas cerradas sobre Él y en la falsa creencia de no ser dignos de su amor.

Luego, el Diácono Fredy Vargas, desarrolló el tema “Soy pecador”, invitando a reconocer con humildad la propia condición humana herida por el pecado, pero también abierta a la redención. Hizo énfasis en que, aunque la naturaleza humana tienda al pecado, estamos llamados a la perfección en Cristo. Explicó el concepto bíblico de “ἁμαρτία” (hamartía), entendido como “errar el blanco”, y señaló que cada pecado es una desviación del sueño de Dios sobre nosotros, pero que la gracia siempre nos permite volver al camino.

La tercera intervención estuvo a cargo del Padre Diego Jaramillo, CJM, quien predicó sobre el tema “Jesús me salva”. Presentó a Jesucristo como el único camino de salvación, capaz de liberarnos del mal en todas sus formas. Recordó que el mundo está lleno de sufrimiento y oscuridad, pero que Jesús permanece como luz y salvación para quienes lo buscan con fe.

Posteriormente, el profesor Manuel Tenjo compartió una enseñanza sobre la conversión, explicándola como una opción radical y permanente por Jesucristo. “Convertirse es optar por Jesús en todo momento, lugar y circunstancia”, afirmó, señalando que la conversión no es un acto puntual, sino una actitud diaria y decidida de fidelidad al Evangelio.

Finalmente, el Padre Javier Riveros, CJM, ofreció una reflexión profunda sobre la madurez espiritual. Insistió en que no basta con experimentar emociones espirituales intensas durante el seminario, sino que es necesario cultivar esa llama con constancia. Invitó a mantener vivo el fuego del Espíritu a través de la oración cotidiana, la participación en la Eucaristía, la dirección espiritual, la lectura de la Palabra de Dios y la búsqueda de espacios de silencio y comunión con el Señor.

Este Seminario de Vida en el Espíritu fue una verdadera escuela del corazón, donde los jóvenes en formación no solo aprendieron conceptos, sino que experimentaron la acción transformadora del Espíritu Santo. Fue una oportunidad privilegiada para profundizar en su identidad vocacional, dejarse tocar por la Palabra y renovar el llamado a seguir a Jesús con alegría, madurez y compromiso. Como familia eudista, damos gracias a Dios por estos espacios donde seguimos formando a Jesús en nosotros y dejándonos configurar por el Espíritu en el camino del discipulado misionero.