Margarita Osorio

El sábado 1 de julio de 2023 se realizó el retiro provincial anual de los asociados de la Provincia Minuto de Dios; estuveron presencialmente reunidos en Bogotá los grupos existentes (tres de asociados y uno de preasociados) y virtualmente conectados con los asociados y preasociados de toda la provincia.

Con el lema «Somos misioneros de la misericordia», el retiro abordó la espiritualidad de la misión desde dos perspectivas: la Asamblea General 67 (en una presentación que hizo el Superior Provincial, P. Camilo Bernal, quien explicó las pistas y énfasis para la misión eudista establecidas en esa Asamblea y el espíritu sinodal de la misma y también al Instrumentum Laboris del Sínodo sobre la Sinodalidad) y la perspectiva bíblica neotestamentaria en el actual contexto eclesial (con la profesora Juliana Triana, de la facultad de Estudios Bíblicos, Pastorales y de Espiritualidad de UNIMINUTO). Fueron enseñanzas que nos enfocaron y motivaron.

En la eucaristía del retiro, firmaron su compromiso tres asociados, vinculados a la comunidad local Michel Gérard: el padre Ricardo Ruiz, de la diócesis de Engativá (quien hace muchos años había firmado por primera vez su compromiso); el padre Carlos Santiago Granados, de la arquidiócesis de Bogotá; y el laico Jonathan Jiménez, comprometido desde hace mucho tiempo en la Fundación Eudes. Además, renovaron su compromiso los asociados de la Casa de Formación La Misión.
Y el domingo 2 de julio, como extensión del retiro, 23 personas (entre asociados y preasociados de los cuatro grupos de Bogotá) estuvieron en una pequeña misión en la parroquia San Juan Eudes, en Ciudad Verde, Soacha, donde es párroco el Delegado provincial para los asociados, el P. Wilson Sossa. Fue una experiencia de gran bendición para todos y se sintió de manera muy fuerte la presencia y la acción poderosa y misericordiosa de Dios.
A la misión en Ciudad Verde, acompañaron a los asociados y preasociados dos candidatos filipinos que llegaron para compartir este semestre en la Provincia: Errol y Joseph, quienes expresan que «fue una experiencia maravillosa y memorable. Nos asombra y maravilla cómo el Señor nos ha bendecido y amado inmensamente».