La escuela del cuerpo
Lectio divina para la Arquidiócesis de Bogotá (29. 08. 2020)
P. Fidel Oñoro cjm

Ponencia en el Encuentro Arquidiocesano de Animación Bíblica de la Evangelización, en el contexto del inicio del segundo acento del llamado Plan E (de Evangelización de la Arquidiócesis de Bogotá): ‘Sigamos caminando unidos’.

Esta Lectio es una contribución al horizonte bíblico de esta etapa del plan y al papel que juegan en ella los servidores de la Palabra.

¿Cómo aprender a caminar unidos y a bien ritmo? Desde ‘La escuela del cuerpo’.

Que Pablo de Tarso haya echado mano del cuerpo como metáfora es interesante, porque es precisamente con su cuerpo donde cada persona se confronta con sus propias geometrías, límites y potencialidades .

Este estudio hace una inmersión en el texto de Efesios 4,11-16 proponiendo un viaje por ‘La escuela del cuerpo’, en cuanto estrategia de Pablo para dinamizar el progreso en la caridad y la acción misionera de las comunidades por él fundadas en el entorno de Éfeso, capital de Asia Menor.

Se dan tres pasos:

1. La geometría latente del cosmos: el ‘misterio’ revelado y la cristificación del cosmos como punto de partida.

2. La pedagogía del cuerpo: como Pablo saca partido de la biología para una lección de alto nivel sobre una comprensión profunda, y con todo, sencilla y hermosa del ser y quehacer de la Iglesia. ‘Crecimiento continuo’ es la palabra de orden.

3. La geometría y el aliento de la Iglesia que camina junta. En la que se sacan valiosas proyecciones de la escuela del cuerpo para la dinamización de la vida comunitaria, la evangelización y la ministerialidad que la construye.

La conclusión, sin perder de vista la metáfora del cuerpo, va hasta el sueño de Nabuconodosor (Daniel 2, 21-47) para invitar a ponerle atención a los pies, a las bases. Estos no pueden ser de barro. Son ellos los que hacen caminar, sin ellos no hay equilibrio, la salud de ellos repercute en la cabeza.

No basta tener una buena cabeza y un gran corazón, se necesita de buenos pies, cohesión y dinamismo desde las bases.

Y ahora más que nunca, cuando una pandemia desafía el espíritu profético de la Iglesia para que el mundo pueda hacer esta travesía en la noche y llegue a ese mundo nuevo que Pablo visualiza como radiante cristificación del universo.