Celebración de la Fiesta de la Divina Misericordia y toma de posesión del nuevo párroco en el Santuario Señor de la Divina Misericordia – Lima

Celebración de la Fiesta de la Divina Misericordia y toma de posesión del nuevo párroco en el Santuario Señor de la Divina Misericordia – Lima

Por: Rafael Beltrán, Candidato Eudista

En el marco de la Fiesta de la Divina Misericordia, el pasado domingo 27 de abril de 2025, el Santuario Señor de la Divina Misericordia, en la Arquidiócesis de Lima, se llenó de gozo y fervor para conmemorar esta gran solemnidad. La Santa Misa fue presidida por Monseñor Juan José Salaverry, obispo auxiliar de Lima, a las 12:30 p.m., y contó con la participación de numerosos fieles, devotos de la Misericordia Divina.

Durante la homilía, Monseñor Salaverry invitó a todos a vivir la misericordia como camino de conversión, reconciliación y compromiso concreto con los más necesitados. La celebración fue también signo de comunión eclesial, vivida con especial intensidad por la comunidad donde nuestros sacerdotes eudistas hacen presencia activa y misionera.

A esta jornada de gracia le siguió un momento muy especial para la familia eudista en Perú: el miércoles 30 de abril, en el mismo santuario, se llevó a cabo la toma de posesión canónica del Padre José Martínez Vega, CJM, como nuevo párroco del Santuario Señor de la Divina Misericordia. La Eucaristía fue también presidida por Monseñor Juan José Salaverry, quien expresó su alegría por el servicio que la Congregación de Jesús y María presta en esta iglesia particular.

La comunidad celebró con esperanza esta nueva etapa, acogiendo al Padre José con afecto y gratitud, y encomendando su misión a Jesús Misericordioso. Como Eudistas, renovamos nuestro compromiso de anunciar la misericordia de Dios con palabras, gestos y obras, caminando con el pueblo y dejando que Jesús viva y reine en cada corazón

 

Así se celebró la fiesta Patronal de Santo Toribio de Mogrovejo

Así se celebró la fiesta Patronal de Santo Toribio de Mogrovejo

El Seminario Santo Toribio de Mogrovejo, en Lima – Perú, celebró con alegría su fiesta patronal, recordando su historia como un impulso de inspiración para seguir fortaleciendo su fe y vocación.

La celebración se llevó a cabo el lunes 28 de abril en el Seminario Santo Toribio de Mogrovejo. La celebración inició  recibiendo a los sacerdotes de la arquidiócesis de Lima, muchos de ellos llevaron su etapa de formación sacerdotal en este seminario. Los seminaristas fueron parte fundamental de la celebración, ya que fueron ellos quienes, junto con los padres formadores, organizaron toda esta celebración.

El desarrollo de esta fiesta inició con una conferencia en la que un expositor compartió sobre la vida del Santo, resaltando sus virtudes y enseñanzas. Luego, se celebró la Santa Misa en la capilla central del seminario presidida por Monseñor Juan José Salaverry, un momento de reflexión y oración en torno a la vida del Santo patrono. Finalmente, se compartió un almuerzo fraterno en el que sacerdotes, seminaristas e invitados vivieron un grato momento.

Esta celebración tuvo el privilegio de contar con la presencia del Nuncio Apostólico en el Perú, Monseñor Paolo Rocco Gualtieri, del Vicario general, Padre Victor Solís Algfageme, y del obispo auxiliar de Lima, Monseñor Juan José Salaverry.

Nos alegra ser parte de estas fiestas patronales, en los lugares de misión donde se fortalece nuestro llamado a la formación, en este caso a través de la presencia del P. Guillermo Acero, cjm, Rector del Seminario y el P. Leonard Vega, cjm, Vicerrector, quienes se encuentran en el acompañamiento directivo de este lugar desde el 2024.

Consejo Provincial Ampliado en Perú: cercanía con la misión y fortalecimiento de las obras

Consejo Provincial Ampliado en Perú: cercanía con la misión y fortalecimiento de las obras

Por: Rafael Beltrán, Candidato Eudista

Durante los días 31 de marzo y 1 de abril se celebró en el Seminario Mayor Santo Toribio de Mogrovejo, en la ciudad de Lima, el Consejo Provincial Ampliado de la Provincia Eudista Minuto de Dios. Este encuentro se realizó como parte del proceso de regionalización de los Consejos Provinciales, que busca acercar el discernimiento comunitario a los territorios donde los Eudistas desarrollan su misión.

Con este espíritu de cercanía, el Consejo se llevó a cabo en Perú para conocer de primera mano la realidad pastoral, formativa y evangelizadora que se adelanta en este país. Participaron el Padre Germán Gándara, CJM, Superior Provincial, junto a los Padres Hernán Alzate, CJM, y Leonard Vega, CJM, consejeros provinciales. También acompañaron de manera virtual los Padres Harold Castilla, CJM, y Fidel Oñoro, CJM.

Durante la jornada, se escucharon informes y reflexiones sobre el estado de las distintas obras eudistas en Perú. En Lima, se compartió la experiencia del Seminario Mayor Santo Toribio de Mogrovejo, donde el Padre Guillermo Acero, CJM, ejerce como rector, y el Padre Leonard Vega, CJM, como vicerrector y acompañante del propedéutico. También se presentó la vida y misión del Santuario Arquidiocesano de la Divina Misericordia, dirigido por el Padre José Martínez, CJM, párroco y superior local, con el acompañamiento de los Padres Jimmy Gutiérrez, CJM, y Daniel Picado, CJM, delegado vocacional y capellán del colegio Santa María Eufrasia, confiado a los Eudistas y a la Corporación Organización Minuto de Dios.

Desde Arequipa, se presentaron los avances pastorales en la Parroquia Espíritu Santo, donde el Padre Cergio Becerra, CJM, lidera la comunidad junto con los Padres Jorge Baquero, CJM, y Javier Castañeda, CJM. En esta ciudad, los Eudistas también acompañan la Renovación Carismática Católica (RCCA), por solicitud del Arzobispo local, y apoyan la pastoral conyugal mediante los Equipos de Nuestra Señora.

El encuentro culminó con la visita fraterna del Cardenal Carlos Castillo, Arzobispo de Lima, quien compartió con los Padres algunos elementos claves para comprender la realidad de la Arquidiócesis y expresó su cercanía y gratitud por la labor Eudista en el Seminario y el Santuario.

Este Consejo Provincial Ampliado permitió fortalecer la comunión, revisar el estado de las obras y confirmar el compromiso con la misión eudista en Perú, en sintonía con el dinamismo pastoral de la Provincia Minuto de Dios.

Consejo Provincial Ampliado Perú

Formación, misión y esperanza, tres claves para renovar la alegría de ser Eudistas

Formación, misión y esperanza, tres claves para renovar la alegría de ser Eudistas

Por: P. Jorge Luis Baquero, cjm

El jubileo significa un tiempo de gracia y novedad al interior de la Iglesia, que orienta la mirada a dos ejes fundamentales de la comunidad eclesial: la espiritualidad y la misión. En la tradición bíblica y magisterial, iniciar y vivir la experiencia jubilar propicia el encuentro reconciliador con el rostro misericordioso del Padre (espiritualidad), que consecuentemente, suscita la fraternidad y la relación con los otros (misión).

De este modo, la propuesta del año 2025 “peregrinos de esperanza” es un impulso para descubrir que el Señor es fuente y culmen de esperanza y amor para el creyente, en la medida en que forma la convicción y el testimonio de ser comunicador o testigo de esperanza para una sociedad herida y ensombrecida. De ahí lo que señala el papa Francisco en la bula Spes non confundit: “La esperanza cristiana, de hecho, no engaña ni defrauda porque está fundada en la certeza de que nada podrá separarnos del amor divino”[1]. La esperanza de Dios nos encuentra en el camino, para que nosotros la hagamos brillar en nuestros pasos.

De acuerdo con lo anterior, el jubileo de los eudistas que tiene por nombre “Renovemos la alegría de ser eudistas”, es una manera de interpretar y vivir la propuesta jubilar convocada por el papa Francisco. Es una herramienta pedagógica y carismática para contemplar, indagar y divulgar cómo la espiritualidad y la misión eudista es peregrina de esperanza para el mundo.

En tanto se propicie este ejercicio interpretativo, la alegría de ser eudistas será una auténtica renovación, pues no se limita a un vínculo institucional, sino a la identidad con el Misterio de la Encarnación, plasmado en el símbolo de un corazón ardiente que nos ha sido dado, por el Padre, como el más grande de los dones para amar, construir y cuidar la comunidad. Al leerse de esta manera, la espiritualidad eudista es jubilar en su fundamento, al promover temáticas y símbolos que inspiran el encuentro reconciliador con el rostro del Padre y favorecen caminos para una misión esperanzada.

En el contexto histórico de san Juan Eudes ya existían los años jubilares cada 25 años. Durante su ministerio, en la Iglesia se promulgaron tres jubileos liderados por los papas Urbano VIII (1625), Innocenzo X (1650) y Clemente X (1675). Si bien la principal motivación radicaba en la práctica de la indulgencia y la peregrinación a los templos antiguos y tradicionales de Roma, también se abría la puerta al ejercicio misionero, a través de acciones y actitudes misericordiosas hacia los presos, enfermos, entre otras poblaciones[2]. Aunque Juan Eudes no hace referencia explícita en sus escritos a los “años santos”, su propuesta misionera y espiritual guardaba consigo un lenguaje jubilar para la Francia y la Iglesia de su tiempo.

El desarrollo de misiones populares con los enfermos de peste, las víctimas de las guerras de religión y los empobrecidos de su tiempo, junto a la predicación dirigida a laicos y ministros ordenados, la fundación de seminarios y el planteamiento de una enseñanza anclada en el bautismo, el sacerdocio y la encarnación, fueron el fermento del encuentro con lo divino y su respuesta evangelizadora en el gran “siglo de las almas”. San Juan Eudes fue, en su contexto, un propagador de la espiritualidad jubilar. Tres elementos identitarios de la tradición eudista, favorecen el camino para “renovar la alegría de ser eudistas” en perspectiva peregrina, en clave jubilar: formación, misión y esperanza.

  1. Formación

La formación es el itinerario del creyente que busca profundizar cotidianamente en su experiencia de fe; así lo plantea Juan Eudes en Vida y Reino de Jesús en las almas cristianas. No se trata únicamente de una formación intelectual, sino de la disposición para humanizarse a través de la relación con los otros, en donde se capta y revela el misterio de Cristo, donde lo humano y lo divino se integran y eternizan. El jubileo es un puente formativo para el cristiano, en tanto le permite indagar, discernir y profundizar sobre una espiritualidad relacional: fraterna y alegre por naturaleza, vencedora de los individualismos hirientes e inspiradora de la actitud y la obra reconciliadora y misericordiosa.

Lo que el santo francés plantea como “formación de Jesús en nosotros” no es otra cosa que una herramienta pedagógica para dimensionar el sentido e impacto de las relaciones humanas, no por sus propios méritos, sino por la inspiración de la gracia. En síntesis, formar a Jesús es disponerme para la comunidad, en la reconciliación, el amor y el camino junto a ella. ¡Vivir esta certeza ya es todo un jubileo!

  1. Misión

La misión es la vocación de toda comunidad eclesial, es esto clave en el pensamiento de Juan Eudes cuando afirma que la principal tarea de la Iglesia es “hacer nacer” a Jesús en el corazón de las personas. La tradición eudista está impregnada de evangelización y testimonio desplegado en diversos territorios y escenarios; en ambientes populares, educativos, sociales, mediáticos, culturales, intelectuales, entre otros. Acercarse a la misión de los eudistas es descubrir la vitalidad intuitiva para expresar un carisma, es decir, el valor de la creatividad y la novedad para construir el Reino desde la identidad bautismal, la belleza del Dios encarnado y la ternura de un corazón que se dibuja en una hoguera, en consonancia y diálogo con el mundo cambiante.

El jubileo es una experiencia esencialmente misionera, de ahí que la imagen o el símbolo del peregrino no sea únicamente una práctica cultual, sino el rostro del creyente que sale de sí mismo para palpar y adentrarse en las periferias existenciales. En este orden de ideas, así como se promueve la insigne tradición de visitar templos, ha de difundirse el significado del jubileo como un proceso evangelizador en salida. ¡El jubileo es un despertar misionero!

  1. Esperanza

Jubileo y esperanza son dos expresiones complementarias, no solo por el horizonte eclesial del 2025, sino porque no existe nada más esperanzador que la alegría humana. Ella representa una posibilidad de transformación y renovación permanente; en tiempos de guerra es expectativa de paz, en contextos heridos es propuesta de sanación, en lenguajes de muerte y descarte es rostro de salvación. Por eso la esperanza no defrauda, pues orienta la mirada en una alegría sutil pero impactante, capaz de hacerlo todo nuevo.

La alegría de ser eudistas, de identificarnos con la tradición espiritual del amor, significa buscar y crear todos los escenarios para visibilizar la esperanza en un mundo roto. Es un lenguaje profético que ha de resonar en toda la Iglesia, como lo proyectó Juan Eudes desde su contexto y herramientas. ¡Nuestra alegría de ser eudistas será por nuestro lenguaje de esperanza!

Formación, misión y esperanza, tres claves para renovar nuestra alegría de ser eudistas.

[1] Francisco. Spes non confundit, 3

[2] Jubileo 2025, jubileos en la historia: https://www.iubilaeum2025.va/es/giubileo-2025/giubilei-nella-storia.html

Formación y fraternidad: Los Eudistas presentes en el retiro ‘Mujeres de Esperanza’ con las hermanas de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, Perú

Formación y fraternidad: Los Eudistas presentes en el retiro ‘Mujeres de Esperanza’ con las hermanas de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, Perú

La formación ha sido siempre un pilar esencial en el carisma de los Eudistas, especialmente en el acompañamiento de vocaciones sacerdotales y religiosas. Este fundamento, tan arraigado en la espiritualidad eudista, busca formar a Jesús en cada persona, para que Él viva y reine en los corazones y en la vida misma.

Fomentar este carisma junto a la “Gran Familia Eudista” es un motivo de alegría que impulsa a seguir adelante con esta misión. En esta ocasión, el Padre Camilo Bernal, cjm, dirigió un retiro espiritual para las Hermanas de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, Provincia del Perú, del 12 al 19 de enero, bajo el lema: “Mujeres de Esperanza”, en el marco del Año Jubilar.

Durante este retiro, 50 hermanas participaron en una atmósfera de silencio, recogimiento y apertura espiritual. El programa incluyó 13 meditaciones de una hora, 8 eucaristías y espacios dedicados a la confesión y la escucha espiritual. Según las participantes, el ambiente de oración y fraternidad propició un profundo crecimiento personal y comunitario.

El P. Camilo Bernal, quien preparó el retiro con esmero durante dos meses, destacó que este espacio fue una muestra de gratitud de los Eudistas hacia esta comunidad religiosa, reconociendo su bondad, confianza y generosidad.

La Provincia Eudista Minuto de Dios celebra y agradece estos encuentros fraternos, reafirmando su compromiso de servir a la Iglesia a través de la formación espiritual, con el propósito de hacer vivir y reinar a Jesús en los corazones de todos los fieles.

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